Actividades de Animación Lectora

Investigando por internet, he encontrado una serie de actividades interesantes que se pueden llevar a cabo con niños en educación infantil, en base a lecturas de cuentos infantiles. Espero os gusten, y no olvidéis dejarme comentarios o sugerencias…

 

¿Que pautas se deben seguir para la elección de los cuentos infantiles?

A la hora de elegir un cuento para trabajar con un niño en las primeras edades, lo primero que debemos hacer, es analizar a los niños en base al conocimiento que tenemos sobre ellos, pues cada niño es un mundo, y debemos tener en cuenta sus intereses para llevar con acierto nuestra tarea. Tenemos que conocer los libros que se le muestran, para poder enseñarle visiones diferentes sobre un tema, y sobre todo, comenzar a leerles desde muy pequeñitos.

Debemos fomentar la adquisición de libros para el hogar o la substracción de ejemplares en la biblioteca, para que se acostumbre a ver libros y tomarlo como un objeto más de la casa. Es importante, además, hablarles de los libros en diferentes momentos de su día a día, y transmitirles nuestra emoción por la lectura.

No solo debemos fiarnos de la estética del cuento, ya que, aunque puede ser una buena historia, los libros austeros, también pueden serlo. Hay que tener en cuenta, que un libro, no sólo sirve para leer, sino para analizar las imágenes, sentir, pintar y escuchar, pudiendo jugar y experimentar con él de varias maneras.

Debemos inculcar la necesidad y la importancia de compartir libros y experiencias en base a ellos con compañeros y amigos, para orientarnos dentro de la gran variedad de libros.

No debemos olvidar, que un libro infantil, siempre es un buen libro, que gusta a las personas de cualquier edad, y del que se puede disfrutar en cualquier momento!

Diferencia entre leer y contar un cuento

Muchas veces, se cree que estos términos se refieren a la misma práctica, de mostrar a los niños el mundo de los libros. Leer y contar un cuento, son términos que están relacionados, pero tienen características totalmente diferentes. La lectura de un cuento, de caracteriza por atar al lector, es decir, está ligado a la historia que se está narrando en el libro, y por lo tanto, se encuentra limitado. Mientras que, en el caso del cuentacuentos, es libre de interpretar la historia y de modificarla para darle más emoción a la hora de contarla.

Narrar, da libertad para expresarse abiertamente, pudiendo transformar la historia para que se parezca, pero que no sea totalmente igual. El cuentacuentos, aporta expresividad a partir de su propio cuerpo, mediante los ojos, las manos, la voz… se capta mejor la atención de los niños con los gestos del propio cuerpo, que pueden ser el único apoyo de la historia, o podemos acompañarlo con diferentes materiales que se escapan del propio libro de editorial.

La espontaneidad, es otra de las características fundamentales, además de la emoción que puede aportar el propio narrador en base a los propios intereses de los niños. La expresión sonora, puede apoyarse con otros soportes, como marionetas, imágenes, proyecciones…

 

A continuación, os presento un video, encontrado en Youtube, que muestra el arte de contar cuentos, sin necesidad de ningún material, pues tan solo utiliza sus gestos, y se presenta con ropas que caracterizan un poco la historia, y un fondo, que poco o nada tiene que ver con la historia que está contando.

 

 

 

El siguiente vídeo, ya se apoya en un panel en la que aparecen los personajes, el cual se va modificando en relación con el desarrollo de la propia historia.

 

 

 

 

 En el video que viene a continuación, se presenta una cuentacuentos, que apoya su narración en la manipulación de marionetas.

 

Voy a dar comienzo a las entradas de mi blog, dando razones por las que considero que la lectura es uno de los aspectos más importantes para trabajar en las aulas en las primeras edades.

En la sociedad actual, es fundamental el fomento de la lectura, debido al papel que juega el texto escrito con la aparición de las nuevas tecnologías, y la progresiva pérdida de la cultura oral en nuestro país. Por eso, es necesario llevar a cabo, desde las escuelas, programas que, además de enseñar a leer a los más pequeños, propicien e hábito lector, que mejore las relaciones con el medio que le rodea.

Por lo tanto, se deben conseguir lectores competentes, que sean capaces de descodificar textos y emitir juicios críticos sobre el tema que leyeron, y poder adquirir conocimientos a partir de toda esa información de la que se dispone a través de la red, desechando todos los datos que no nos resultan de interés o que consideramos que no son realmente fiables.

Así pues, mediante los libros que se leen en el aula o en el hogar, ayudamos al niño proporcionándole herramientas mediante las cuales pueden adquirir gran cantidad de vocabulario, valores y, por supuesto, capacidad de empezar a comprender y reflexionar, mediante diversas historias fantásticas, haciendo juicios sobre lo que ocurre con los personajes de la narración, o mediante cuentos ilustrados, a crear ellos mismos la historia en base a lo que ocurre en las imágenes.

De este modo, se puede conseguir que el niño observe, analice lo que está leyendo, recuerde lo que sucede en la historia, extraiga sus propias conclusiones y reflexione sobre el tema que se trata en el momento.

Los cuentos, abren al niño, nuevas puertas a mundos imaginarios y desconocidos, por eso es interesante familiarizarlos con el hábito de la lectura, y sobre todo con este género, que le pueda aportar momentos de gran disfrute con libros adaptados a su edad y a su desarrollo. Se ayuda al desenvolvimiento de la lengua, la inteligencia, la comprensión lectora, la creatividad, la personalidad y la promoción de su autoestima.

Por tanto, es de suma importancia que el cuento fascine al niño, tocando su propio interior y sus intereses, para motivarlo a crear sus propias historias, tanto escritas como narraciones orales, para despertar y fomentar su creatividad. A pesar de esto, la tradición de contar historias en el hogar, está en declive, aunque la narración oral ejerce una gran influencia en el niño, debido al misterio de la palabra, siendo sustituido por la televisión.